miércoles, 22 de diciembre de 2010

Los Territorios del SUR... a propósito Mancomunidades y Regiones

Y sin embargo de los aciertos y desaciertos históricos, reales o ficticios, utilitarios o no para los auto nombrados “voceros oficiales”, aún no hemos perdido la perspectiva para construir irreverencia. Pues cuando se repiten y repiten por años, y tal ves en este caso, décadas, las frases enlatadas, salidas de luctuosos asentimientos de inferioridad intelectual, esperanzados en que todos los demás deben callar, nos preocupamos Pues evidentemente debemos asumir la complicidad, aquella que posterga conclusiones, que las sitúa sabiamente después de que se han emitido opiniones, que se polarizan discusiones, después de que el público convencional también haya puesto su contribución al debate, y después de que, quien funciona de nexo y moderador, emite sus conclusiones. Este es el mecanismo del FORO. Particularmente el 16 de diciembre, en Loja, al desarrollarse el FORO INTEGRACION DE TERRITORIOS, esta modalidad, ha impulsado a mentes nuevas a seguir proponiéndose dudas, porque las certezas conducen a la inacción, a la mediocre certeza de ser “el dueño de la verdad”. Las ponencias que alimentaron la discusión y el análisis, que con satisfacción aún perduran en algunos círculos interesados en estos temas, fueron precisamente los referentes sobre los cuales se pueden seguir tejiendo hipótesis, razonamientos y críticas.
En primer lugar, y después de la presentación de la Mancomunidad de Río Jubones, es pertinente transferir sus experiencias exitosas a otras realidades, a otros niveles de asociatividad territorial. De igual manera todo el conocimiento generado en el Proyecto Catamayo Chira, pionero en Loja de la aplicación de Sistemas de Información Geográfica conjuntamente con la experiencia del Gobierno Provincial en la Planificación Física para el Ordenamiento Territorial, curiosamente previa a que irrumpa con fuerza esta disciplina, en la Mesa Correspondiente de la última Asamblea Nacional Constituyente.
Sólo desde esta perspectiva, eminentemente técnica se puede teorizar sobre las famosas delimitaciones territoriales de las regiones, zonas, agrupamientos, mancomunidades, y peor aún se puede declarar las pretensiones referidas a la ubicación de las “capitales”, demostración tácita de que el esquema mental de estos descentralizadores, es extremadamente centraloide.
Pero el ingrediente o mejor dicho, la sazón, que concede aquel irresistible sabor a lo propio , a lo local, a lo vernáculo, a lo cercano, siempre y cuando no degenere en exclusión, cuyo mejor expresión sociopolítica fue el nacionalsocialismo alemán, el fascismo Hitleriano, ha sido y será la cultura y su fundamentación histórica. Desde esta coyuntura, es imperativo comenzar a analizarla de manera desapasionada. Las culturas originarias de las tierras en las que actualmente habitamos, precisamente conformaron grandes colectivos étnicos móviles, pero a aquel reduccionismo anclado a la visión hispánica sobre los indios americanos, y que originalmente solamente nos habla en lo que corresponde a comunidades Saraguros, Cañaris y Paltas; hoy se antepone los estudios arqueológicos y antropológicos que dan fe de una corriente de poblamiento de estas tierras fue totalmente diferente a las teorías previas, es decir sustentando la herencia protojíbara de los originarios del territorio que hoy conocemos como provincia de Loja, se sustenta en la antigüedad de los últimos hallazgos arqueológicos, del cual uno de los más importantes sería el sitio cercano a Palanda. Se podría decir entonces que una evidencia continua histórica cargada actualmente de sincretismo religioso de masas, precisamente es la peregrinación anual que realizan los habitantes de las provincias de Morona Santiago, Cañar, Azuay, El Oro y Zamora, en la advocación a la imagen de la Virgen del Cisne, que dataría desde antes de la llegada de los ibéricos.
Inmediatamente posterior, aunque controversial caso histórico, representado en las poblaciones que funda Juan Salinas de Loyola en esta misma Zona histórica y Cultural, llegando a conformar la Gobernación de Yaguarzongo, hasta los límites de la actual ciudad de Macas, cuyo nombre se refiere a Macabeo, inmiscuyéndonos de esa manera, inclusive a estudios sobre las agrupaciones auspiciadas por judíos sefarditas desde el siglo XVI y XVII. Lastimosamente estas pesquisas nos encaran a un problema viejo y nuevo, el ansia de riqueza y poder, la existencia en estas tierras en exceso de oro, plata y cobre, razón por la cual se precarizó las condiciones de vida de las clases populares. Estas castas oligárquicas precisamente fueron quienes pugnaron por el retaceo territorial, la exclusión, el nacionalismo ingenuo que fabrica mitos que ahora consideramos historia.

En este ámbito, uno de los objetivos del Foro en mención fue, conocer desde sus representantes las propuestas de integración que plantean las provincias de Loja y Azuay, precisamente el público es el encargado de sacar las conclusiones y de generar un interés ciudadano en estos temas, pues precisamente para tomar estas decisiones es el pueblo en Plebiscito quien determina y debe determinar los esquemas que permitan agrupaciones proactivas hacia el desarrollo desde lo local hacia lo global, pues lo que algunos olvidan, es que precisamente en estos momentos en el Ecuador entero se están desarrollando estos razonamientos, sobre regiones competitivas, comparativamente productivas, complementarias y culturalmente constructivas. El primer llamado de atención lo dieron las provincias vecinas que conformaron la Mancomunidad del Sur, en cuyo caso dos de las tres provincias, tradicionalmente consideradas región Sur, hoy denominada Zona de Planificación Nro. 7, se adhirieron, dejando a nuestra provincia sola. En el entramado de interacción Nación vs. Posibles regiones, sería importante comenzar a lanzar números y estadísticas de lo que representaría una provincia sola convertida en región, o inclusive una región abismalmente desequilibrada, en donde la suma de su PIB, tenga relaciones de 1 a 10 con las regiones centrales, enriquecidas precisamente por el histórico centralismo, que tal ves hoy le apueste a que no nos pongamos de acuerdo y que los plazos se nos cumplan, en cuyo caso de manera impositiva se delinearían regiones al gusto de la burocracia y no de los pueblos soberanos.
ARCANDES