martes, 30 de enero de 2024

LA OPORTUNIDAD DE LAS ZONAS FRANCAS EN EL ECUADOR DEL 2024

Oportunidades económicas fronterizas y el respeto por el entorno natural (Publicado en Diario El Siglo 8 de enero del 2024) La región transfronteriza del sur del Ecuador y norte del Perú, conocida como Yahuarzongo, ha sido testigo de una historia rica en comercio y fusión cultural entre ambos países. Sin embargo, las disputas bélicas entre las élites centralistas de Quito y Lima han truncado las posibilidades de integración y desarrollo en esta zona, dejando a la región sumida en un letargo económico y social. Hoy, en un contexto diferente, se vislumbra la oportunidad de revivir la vocación comercial de Yahuarzongo mediante la implementación de Zonas Especiales de Desarrollo Económico (ZEDES) y zonas francas, marcando un giro disruptivo en la historia de Macará. El puerto de Paita, en el norte del Perú, fue históricamente el punto de inicio de una travesía terrestre que atravesaba la provincia de Loja, conectándose especialmente con la ciudad de Cuenca en la sierra ecuatoriana. Esta ruta, aunque geográficamente desafiante, ofrecía un acceso estratégico a las laderas de la cordillera de los Andes, convirtiéndose en un callejón propicio para el comercio y la movilización de bienes y personas. Sin embargo, las hostilidades entre Quito y Lima generaron un enfrentamiento bélico que cortó las posibilidades de interacción en esta zona, impactando negativamente en el desarrollo económico y social de ambos países hermanos.
Hoy, en el siglo XXI, la región transfronteriza se presenta como un lienzo en blanco, esperando ser pintado con proyectos innovadores que revitalicen su vocación comercial. Las zonas francas surgen como propuestas modernas que podrían encender nuevamente la llama del intercambio y la movilidad que caracterizó a Yahuarzongo en el pasado. Macará, arraigada en su identidad comercial y turística binacional, se erige como un punto estratégico para la implementación de una zona franca. Sin embargo, este proyecto no puede ser concebido únicamente desde una perspectiva económica, sino que debe abrazar una visión sostenible que respete el entorno natural, cultural y arqueológico de la región. La recientemente aprobada Ley de Eficiencia Económica y Generación de Empleo determina un nuevo régimen de Zonas Francas, que tendrán una tarifa de 0% de Impuesto a la Renta por los cinco primeros años y por el tiempo restante una tarifa de 15% , un trato preferente al empleo juvenil y la implementación simultánea o complementaria de proyectos de energía renovable que en Macará son factibles. Una zona franca con estatus productivo y comercio se ampara además en algunas consideraciones legales que rigen al Ecuador y que estratégicamente se aplican a las provincias fronterizas como la Ley orgánica de Desarrollo Fronterizo (LODF), cuyo objeto según el artículo 1, es el de establecer los mecanismos, crear instrumentos e instituir un orden jurídico temporal para afianzar una cultura de paz y promover el desarrollo socioeconómico en los cantones fronterizos de la República del Ecuador y sus respectivas parroquias rurales, mediante la aplicación de políticas integrales que precautelen la soberanía, los recursos naturales, la biodiversidad, fortalezcan la interculturalidad y buena vecindad y garantice el ejercicio de los derechos de las personas y colectivos de estos territorios (Registro Oficial Nro. 243, año 2008). La clave del éxito radica, además, en evitar el centralismo que opera desde las capitales nacionales y provinciales, proponiendo en su lugar la creación de un clúster comercial que una a las provincias de Loja, El Oro y Zamora, con Macará como punto de inicio. La colectividad rural y urbana de Loja debe asumir un papel protagónico en la priorización e implementación de este clúster, trabajando en conjunto con la administración pública, la empresa privada, instituciones cantonales, gremios y cámaras de comercio y producción. Es momento de romper con las cadenas del pasado y aprovechar las oportunidades que se presentan en el horizonte. La implementación de una zona franca en Macará no solo generará fuentes de empleo, sino que también impulsará el desarrollo integral de la región. La visión disruptiva que proponemos busca ir más allá de los modelos convencionales, integrando la sostenibilidad como pilar fundamental para garantizar que el crecimiento económico no sacrifique el patrimonio natural y cultural de Yahuarzongo. Este equilibrio se convierte por lo tanto en el espíritu de un proyecto que nace desde la frontera hacia el centro y que deberá crecer de una manera centrípeta focalizando sus beneficios económicos en los pueblos fronterizos, tan sacrificados por la guerra. La colaboración entre sectores clave de la sociedad, junto con el respaldo de la administración pública y la iniciativa privada, puede transformar esta propuesta en una realidad palpable. La historia de Yahuarzongo está marcada por desafíos, pero también por resiliencia y la capacidad de adaptarse a nuevas circunstancias. Es hora de escribir un nuevo capítulo en el libro de esta región, donde el desarrollo sostenible y la prosperidad sean los protagonistas de una historia que resuene en toda América Latina.