martes, 19 de diciembre de 2023

EL CAMBIO CLIMÁTICO Y EL CLIMA DE CAMBIO

Los pueblos Paltas, denominados así a la unidad de culturas originarias de lo que hoy conocemos como la provincia de Loja, han sido reconocidos por su capacidad de armonizar una agricultura respetuosa con las condiciones climáticas y orográficas de la región produciendo una variedad de cultivos impresionante, quienes además realmente anticiparon muchos acontecimientos climáticos de la región y de manera específica la ciclicidad de los fenómenos costeros, hoy denominados fenómenos del niño o la niña. No nos deja de sorprender la precisión de sus calendarios astronómicos, así como la sabiduría de la que hicieron gala para generar sistemas agrícolas en diferentes pisos climáticos y altitudinales. Un aspecto simbólico de esta cultura es el concepto de "sembrar agua" cuya aplicación contemporánea ha develado grandes posibilidades de desarrollo territorial en un ámbito especialmente complejo y preponderante como la agricultura, en dicha actividad se encargaban en antaño, de cuidar el agua de vertientes subterráneas, generar reservorios y evitar que sus lagunas o “cochas” se cequen prematuramente. Estos reservorios eran fundamentales para disponer del agua necesaria durante el verano, garantizando así la sostenibilidad de su agricultura. Sin embargo, con el paso de los años, este conocimiento se ha ido perdiendo y solo unos pocos abuelos y agricultores interesados le dan la importancia que merece. Hoy en día, enfrentamos un escenario crítico de calentamiento global y estamos presenciando la llegada inminente del fenómeno del niño, que trae consigo diferencias de temperatura significativas, por lo tanto, sequia o inundaciones con extremismos irónicos, pues bien sabido es que cuando hay más lluvia, hay menos agua para beber en las ciudades. Estas condiciones adversas también están afectando ya a los cantones lojanos, generando pérdidas considerables. Es por ello que se hace necesario recurrir a la tecnología y la agricultura de precisión, así como aprovechar la investigación y desarrollo (I+D) generado por la academia, las instituciones gubernamentales y no gubernamentales, además de los centros de investigación para cambiar los paradigmas de producción, pues esta situación tendencial genera retos complejos a asumir, relacionados con una forma de vida respetuosa del medio ambiente y precaución en emplazamientos y lógicas de trabajo de las tierras agrícola. Esta colaboración puede brindar soluciones efectivas a los productores y empresas de alimentos en nuestra región, y ya ha demostrado ser eficiente en otras realidades, pues las políticas públicas se enfocan en precautelar la provisión propia de alimentos sanos y promueven la identificación de mercados y encadenamientos productivos locales y globales. En el ámbito de la ingeniería civil, la gestión de riesgos y la prevención de desbordamientos de los ríos son prioridades. Sin embargo, es importante trascender estas medidas inmediatistas y adoptar un enfoque permanente de trabajo relacionado con la reforestación de especies endémicas y la promoción de una agricultura sostenible. Es fundamental buscar la articulación de cadenas agroindustriales que conecten lo local con una estrategia nacional, permitiendo así darle el debido valor al área rural, generando y recuperando incentivos a zonas como la nuestra, con una economía deprimida generada por décadas de postergación internas y externas como el conflicto bélico con el Perú. Encontrar el equilibrio entre la modernidad y los conocimientos ancestrales es esencial para el futuro de nuestras tierras frágiles y únicas, especialmente considerando sus características singulares de menor altitud en la región andina, de transición hacia las playas de Piura, de potencial de generación energética verde. Esta visión optimista nos insta a valorar y preservar las prácticas agrícolas ancestrales de los pueblos Paltas, fomentando la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente. La planificación entonces agregará a una agenda de actuación en el tema, algunos componentes inclusive contradictorios como la ampliación de la frontera agrícola y la conservación de nuestros recursos, los cuales son un ingrediente especialmente importante ante la identificación internacional de nuestro país mega diverso, siendo esta característica una capacidad diferenciadora primordial para producir alimentos sostenibles y saludables, además de recuperar algunos cultivos andinos que se los ha catalogado como “super alimentos”, no en vano estamos convencidos fueron parte de la dieta pre hispánica, en cuyo caso además se garantizó la soberanía alimentaria que hoy añoramos. Nos vemos entonces en un escenario estratégico que promueva todo tipo de equilibrio, preservar las tradiciones ancestrales es esencial para garantizar un futuro sostenible y resiliente en un contexto de cambios climáticos globales, pero además generar líneas de investigación y trasferencia de tecnologías alternativas. La combinación de tecnología y sabiduría ancestral es la clave para enfrentar los desafíos actuales y dejar un legado positivo para las generaciones venideras. https://www.facebook.com/profile/100091142392105/search/?q=EL%20CAMBIO%20CLIM%C3%81TICO%20Y%20EL%20CLIMA%20DE%20CAMBIO

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